Páginas

lunes, 16 de marzo de 2015

LA OSCURIDAD DE LA NOCHE (II)

Me despierto y lo último que recuerdo es haber estado en el bosque con Ana y ayudando a aquel chico. Me encuentro mal, de repende me doy cuenta de que esta no es mi cama, y estoy atada de los pies... ¿Qué es esto? ¿Dónde estoy? Aquí hay poca luz. no tiene ventanas, las paredes son blancas y enfrente mio esta la puerta. No veo a Ana por ningún sitio. Solo quiero salir de aquí, intento desatarme las piernas de la cuerda. Parece fácil pero el que me haya atado tiene que saber sobre nudos porque no es fácil soltarlo. Justo antes de soltarme del todo la puerta se abre. Y entra el chico que estaba en el bosque con Ana en brazos. En cuanto la veo intento correr hacia ella pero la cuerda me lo impide y no puedo. Cuando la deja en el colchón al lado del mio me acerco hacia ella y me doy cuenta de que esta inconsciente, "Bueno podría ser peor" pienso. Al poco de darme cuenta de que el chico me esta cogiendo en brazos para llevarme le suelto una patada ahí... donde a todos los tíos les duele... Corro donde esta Ana y la consigo coger para marchar de aquel sitio horrible.
Cuando conseguimos salir de allí, estamos perdidas, no sabemos donde estamos, solo veo arboles alrededor mio. Corremos hacia nuestra derecha, por si él sale que no nos vea tan rápido. Corremos y corremos, pero Ana esta muy débil, la han dado algo que la impide correr, no conseguimos avanzar mucho y de repente escuchamos un ruido, intentamos correr porque no sabemos de quien se trata. Me parece ver una sombra a lo lejos pero yo sigo corriendo, intento buscar mi móvil pero no le tengo, me lo imaginaba. Ahora no escucho ni veo a nadie, creo que nos hemos alejado un poco de aquel sitio horrible, era como una casa de campo, muy bonita por fuera, pero un infierno por dentro. Nos encontramos con un río, y decidimos parar a beber un poco de agua, no podemos correr más. Mientras Ana bebe yo vigilo, y después bebo yo. Nos quedamos un poco en ese río, para descansar un poco y poder seguir huyendo de allí. Cuando decidimos retomar la marcha, escucho algo... parecen voces a lo lejos. Vienen comentando algo sobre perros. No estamos del todo seguras si serán las personas que nos han raptado o unos cazadores en el monte, yo no me quiero arriesgar y nos quedamos quietas. Pasan muy cerca nuestro pero no consigo diferenciar sus caras. Cuando ya casi no se oyen sus voces seguimos buscando como salir de allí. No encontramos ninguna salida, parece que estamos dando vueltas en redondo. No sabemos a donde ir, estamos cansadas, y ya esta anocheciendo. Este bosque parece muy peligroso. Paramos para descansar un poco y nos quedamos dormidas entre los sonidos de la noche y la luz de la luna.

lunes, 9 de marzo de 2015

LA OSCURIDAD DE LA NOCHE (I)


Todo se volvió negro, de repente las luces de la calle se apagaron, todo parecía muy silencioso. Ana y yo íbamos a casa después de salir de fiesta, en ese momento solo queríamos salir corriendo y llegar a casa ya. Oímos un maullido y nos asustamos pero no pensamos que detrás de ese maullido nos encontraríamos con el peor de los casos que te puedes imaginar una noche después de fiesta. Detrás del gato apareció un hombre vestido de negro, nos asustamos y echamos a correr, no quedaba mucho para llegar a mi casa, pero... cuando mire hacia atrás el chico nos seguía, parecía que no corría mucho pero estaba muy cerca de nosotras, tiré de Ana para que corriera más y más. Al poco de llegar a mi casa paso un coche por la carretera, ese coche me sonaba de algo, lo cual no era normal, porque yo no me solía fijar mucho en los coche, pero ese... me llamo la atención y me parecía como si ya la habría visto, era un Nissan 200xs blanco... me sonaba de haberlo visto hace poco porque no es un coche que se vea mucho... lo deje pasar y miré otra vez hacia atrás.. el chico había desaparecido, no se donde se habría metido. A los pocos minutos llegamos a mi casa, mis padres estaban ya dormidos, pero en cuanto entramos Ana y yo y cerramos la puerta mi madre se despertó, y al vernos así de sofocadas se preocupo y nos dio un tila para que nos relajásemos. Le contamos lo que nos había pasado a mi madre pero... nos dijo que seguro que eran imaginaciones nuestras, que el chico sería alguien del pueblo que habría llegado como nosotras de fiesta y ese coche seria un coche más.. pero... yo no me quede tranquila.

A la mañana siguiente cuando nos despertamos, fui a abrir las cortinas y me pareció volver a ver el coche de ayer, se me hizo raro así que me sobe los ojos y ya no estaba... seguro que eran imaginaciones mías. Me fui a la cocina a desayunar con Ana. A las 12:00 la acompañe hasta casa, no vivía lejos así que tampoco fue muy largo el camino, pero decidimos ir a tomar algo antes de pasar por su casa. Desde nuestra urbanización para llegar al centro del pueblo había que pasar un pequeño bosque. Cuando llegamos hasta el le cruzamos y nosotras íbamos hablando de nuestras cosas cuando de repente... Ana se tropieza con algo en el suelo... parece un gato muerto, no se porque extraña razón me resulta familiar. Seguimos hacia delante y nos encontramos con un chico herido en el suelo, parece que le hayan arañado... seguro que ha sido el gato, nos paramos a ayudarle y de repente cuando le veo bien la cara, me resulta mas familiar todavía, se me parece al chico de ayer... y lo confirmo cuando dice: "Que chicas, menuda carrera la de ayer". Eso no me gusta, lo dice con un tono siniestro pero no nos podemos mover del sitio....

AMORES QUE NO SE OLVIDAN

En una noche de mayo cuando la luna ya estaba en lo alto del cielo, yo me dirigía hacia nuestro escondite, donde él y yo nos conocimos, y donde nos encontramos todos los días desde entonces.
Le espere durante dos horas pero no llegaba. Cuando decidí marcharme, llorando porque se olvido, llegó corriendo hacia mí y gritando mi nombre, pero yo no podía girarme para esperar un abrazo suyo, y permitir que me viera derramar lágrimas por él. Cuando me alcanzo, ya a pocos metros de mi casa, se colocó frente a mí y me abrazó. Me pidió perdón por llegar tarde y me seco las lágrimas tiernamente con sus dedos. En ese momento me llego un ligero olor a perfume de mujer, pero lo deje pasar. Me explico que su hermana no le dejo salir, porque ya no eran horas para estar por la calle, pero que consiguió escaparse por la ventana de su cuarto. Puesto que yo seguía muy enfadada con él nos dirigimos cada uno a nuestra casa. Yo me tumbe en mi cama y comencé a llorar desconsoladamente.
A la mañana siguiente, con los ojos hincados y rojos de tanto llorar, me despedí de mis padres rápidamente para que no me vieran la cara y me preguntasen lo que me pasaba. Cuando llegue al instituto mis amigas me empezaron a preguntar que me pasaba, por qué estaba tan triste. Yo me vi obligada a contárselo, porque si no me lo iban a acabar sacando a la fuerza. Ellas me dijeron que el olor a mujer no significaba nada, que sería el perfume de su hermana o su madre; pero tanto ellas como yo sabíamos que eso no era así.
De vuelta a casa me pase por su trabajo, en un supermercado cerca de mi casa. Él le pregunto al jefe que su se podía tomar un descanso. Cuando al fin el jefe cedió nos fuimos al parque, y me pidió unas cincuenta veces perdón, y puesto que yo lo amaba, decidí perdonarle. Decidimos quedar esa misma noche para hablar más.
Ya pasadas dos semanas desde nuestra conversación me le encontré hablando con una mujer bastante juntos, como si fuesen pareja. Yo, que había ido a buscarle al trabajo, me fui corriendo a casa de mi mejor amiga, yo la informé de lo que había visto. Ella me consoló diciéndome que no se trataba de nada importante que lo olvidase, que él me quería mucho y que nada rompería lo que teníamos. Entones yo la hice caso y volví a buscarle y nos fuimos a dar una vuelta por allí cuando terminó de trabajar.
Ya eran las 12 de la noche cuando volvía a casa y mis padres me castigaron por no decirles que iba a tardar tanto, así que le llame para decirle que al día siguiente no iba a poder quedar.

A la mañana siguiente, como al final me dejaron salir, decidí darle una sorpresa e ir a buscarle a la salida del trabajo. Cuando llegué me lo encontré besándose con la mujer con la que le había visto hablar. En ese momento pensé que me moría, se me calló el mundo encima, no sabía qué hacer, a donde ir, estaba totalmente en shock. Cuando él me vio se dirigió a mi e intentó darme explicaciones pero ya no había explicación para lo que acababa de ver. Yo le dije que no volviese a hablarme, que ni siquiera le quería ver cerca de mí. Sólo pienso en olvidarle pero hay a personas que no se pueden olvidar....