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lunes, 9 de marzo de 2015

AMORES QUE NO SE OLVIDAN

En una noche de mayo cuando la luna ya estaba en lo alto del cielo, yo me dirigía hacia nuestro escondite, donde él y yo nos conocimos, y donde nos encontramos todos los días desde entonces.
Le espere durante dos horas pero no llegaba. Cuando decidí marcharme, llorando porque se olvido, llegó corriendo hacia mí y gritando mi nombre, pero yo no podía girarme para esperar un abrazo suyo, y permitir que me viera derramar lágrimas por él. Cuando me alcanzo, ya a pocos metros de mi casa, se colocó frente a mí y me abrazó. Me pidió perdón por llegar tarde y me seco las lágrimas tiernamente con sus dedos. En ese momento me llego un ligero olor a perfume de mujer, pero lo deje pasar. Me explico que su hermana no le dejo salir, porque ya no eran horas para estar por la calle, pero que consiguió escaparse por la ventana de su cuarto. Puesto que yo seguía muy enfadada con él nos dirigimos cada uno a nuestra casa. Yo me tumbe en mi cama y comencé a llorar desconsoladamente.
A la mañana siguiente, con los ojos hincados y rojos de tanto llorar, me despedí de mis padres rápidamente para que no me vieran la cara y me preguntasen lo que me pasaba. Cuando llegue al instituto mis amigas me empezaron a preguntar que me pasaba, por qué estaba tan triste. Yo me vi obligada a contárselo, porque si no me lo iban a acabar sacando a la fuerza. Ellas me dijeron que el olor a mujer no significaba nada, que sería el perfume de su hermana o su madre; pero tanto ellas como yo sabíamos que eso no era así.
De vuelta a casa me pase por su trabajo, en un supermercado cerca de mi casa. Él le pregunto al jefe que su se podía tomar un descanso. Cuando al fin el jefe cedió nos fuimos al parque, y me pidió unas cincuenta veces perdón, y puesto que yo lo amaba, decidí perdonarle. Decidimos quedar esa misma noche para hablar más.
Ya pasadas dos semanas desde nuestra conversación me le encontré hablando con una mujer bastante juntos, como si fuesen pareja. Yo, que había ido a buscarle al trabajo, me fui corriendo a casa de mi mejor amiga, yo la informé de lo que había visto. Ella me consoló diciéndome que no se trataba de nada importante que lo olvidase, que él me quería mucho y que nada rompería lo que teníamos. Entones yo la hice caso y volví a buscarle y nos fuimos a dar una vuelta por allí cuando terminó de trabajar.
Ya eran las 12 de la noche cuando volvía a casa y mis padres me castigaron por no decirles que iba a tardar tanto, así que le llame para decirle que al día siguiente no iba a poder quedar.

A la mañana siguiente, como al final me dejaron salir, decidí darle una sorpresa e ir a buscarle a la salida del trabajo. Cuando llegué me lo encontré besándose con la mujer con la que le había visto hablar. En ese momento pensé que me moría, se me calló el mundo encima, no sabía qué hacer, a donde ir, estaba totalmente en shock. Cuando él me vio se dirigió a mi e intentó darme explicaciones pero ya no había explicación para lo que acababa de ver. Yo le dije que no volviese a hablarme, que ni siquiera le quería ver cerca de mí. Sólo pienso en olvidarle pero hay a personas que no se pueden olvidar.... 

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